2006-01-31

Maneras de vivir.

Bueno, después del alubión de peticiones de que haga el meme de las diversas manías persecutorias que rondan por mi cabeza, me veo obligado a responder lo siguiente.

1. Tengo la manía de coger bolígrafos pilot, sí, sí, de esos que tienen botoncito con punta retráctil y ponerme a hacer 'clicks' con dicho botoncito incesantemente y sin ningún tipo de control .Esto muchas veces implica ataques de histeria entre mis compañeras de trabajo, las cuales responden con todo tipo de amenazas, insultos y lanzamientos masivos de objetos cada vez que me ven con un boli en la mano.
2. Otra de mis grandes manías se debe al hecho de haber trabajado en una empresa donde se hacían bolsas de plástico. De vez en cuando de cierto proveedor de Girona, nos venían rollos enteros de plástico de burbujas.... BAH! Eso sí que es la perdición y lo demás son tonterías. Ni os cuento lo formidable que es la sensación de caminar por encima de el, "rollo alfombra".



3. Esta manía es muy freaky y lo se. Soy un apasionado del Risk y como gran aficionado a este juego, cada uno tiene su receta del éxito o la estrategia ganadora para vencer en la madre de todas las batallas. Yo tengo una obsesión en este juego. Esta no es otra que poseer el mítico territorio de Kamchatka. Frontera marítima entre Asia y Norteamérica y cuyas batallas entre Alaska, Yakutia (la cual no desmerece en carisma a Kamchatka) y Japón están entre las más intensas de mi infancia. Sea como sea, debo conseguir ese territorio estratégico para, a partir de ahí, dominar el mundo!


4. Hay una cosa que odio mucho, mucho, mucho... me repele que la gente haga... LOS PUNTOS DE LAS I HUECOS!!!!!! NO LO SOPORTO!!!! ME ENTRA UN ANSIA TERRIBLE POR RELLENARLOS!!!!!

5. Y última... de un tiempo a esta parte, para ser feliz me he dado cuenta de que lo mejor es recorrerse novecientos kilómetros para estar junto a la persona que quiero... menos mal que ya queda poquito mi niña...

Hay muchiiiiimas más, como la de perderme siempre en una bifurcaión... y darme cuenta justo que no puedo dar marcha atrás, tener algún que otro sobresalto en los coches de los amigos... un mal bache lo tiene cualquiera, no Sara? etc... etc... etc...

2006-01-28

Sin comentarios.


Fuente: Ferreres, "El Periódico de Catalunya"

2006-01-26

Han perdido el norte...

Donde dije digo, digo Diego.

2006-01-16

En el recuerdo.


Hoy es un día especial para Chile. Es uno de esos paises de los que desconozco su cultura, sus tradiciones o tan siquiera a su gente. Pero hay algo en ese país que me atrae. Me he criado desde la infancia escuchando 'batallitas' sobre la lucha contra las dictaduras, los esfuerzas de algunos que durante la transición querían vivir en un país justo y pleno de libertad. La historia nos ha mostrado con toda su crudeza que el hombre es capaz de cometer los crímenes más atroces que nos podamos imaginar, no solo contra las personas en particular, sinó también contra sociedades y paises enteros.


El once de septiembre de 1973, en el Palacio de la Moneda de Santiago de Chile, murió Salvador Allende, presidente elegido democráticamente por el pueblo chileno. El Golpe de Estado, promovido por Augusto Pinochet, derrocó por medio de las armas y gracias a la colaboración de cierta superpotencia imperialista de cuyo nombre no quiero acordarme, una democracia. Que implicó esto para Chile? Pues fácil, se prohibieron los partidos políticos, se disolvieron las Cortes, se redujeron a la nada los derechos civiles y políticos y se ordenó la captura y posteriores torturas de dirigentes de Unidad Popular, partido de Salvador Allende y demás personajes que puedieran ser perjudiciales al régimen.

De entre todas estas calamidades hay una historia que he oido muchas veces en mi casa, la del cantautor Víctor Jara, cuya muerte en el Estadio de Chile a manos de los golpistas es para mí una de las peores atrocidades que ha cometido el hombre. Jara era la voz del pueblo nacida de su mismo seno, de sus entrañas. Fue la voz y fue su arma, arma en forma de guitarra capaz de sonar más fuerte que el ruido de cualquier pistola, fusil o cañón. Víctor Jara representó la voz de la libertad del pueblo chileno. Por eso su recuerdo está con nosotros. Por eso hoy, los jóvenes, no debemos olvidar nunca a aquellos que como Allende o Jara y tantos muchos otros, perdieron su vida luchando contra la opresión de los dictadores, el ejército y los imperios capitalistas que se piensan que Suramérica es el patio de atrás donde pueden cometer todo tipo de crueldades.

Hoy es un gran día para Chile, y no lo digo solo porqué haya ganado las elecciones una socialista como Michelle Bachelet. Lo digo porqué en Chile hay libertad, aunque me pese no ver los huesos del dictador Agugusto pudriéndose en la cárcel. Pinochet morirá algún día senil, demostrándonos a todos lo que fue, un loco, una abominación de la especie humana, sumido entre sus miserías y dejando un rastro patético de idiotez e insensatez humana. Para que más de uno reflexione de lo peligroso que es darle protagonismo a los militares... En cambio, la música de Jara perdurará para siempre, murió después de largos días de torturas en el Estadio de Chile, sabedor de que su fin estaba cerca, con orgullo, animando a los más jóvenes, recordando a sus familiares. Murió con dignidad, la misma dignidad que nos provoca su recuerdo y su memoria.

Plegaria a un labrador (o La plegaria a un labrador)

Levántate y mira la montaña

de donde viene el viento, el sol y el agua.

Tú que manejas el curso de los ríos,

tú que sembraste el vuelo de tu alma.

Levántate y mírate las manos

para crecer estréchala a tu hermano.

Juntos iremos unidos en la sangre

hoy es el tiempo que puede ser mañana.

Líbranos de aquel que nos domina en la miseria.

Tráenos tu reino de justicia e igualdad.

Sopla como el viento la flor de la quebrada.

Limpia como el fuego el cañón de mi fusil.

Hágase por fin tu voluntad aquí en la tierra.

Danos tu fuerza y tu valor al combatir.

Sopla como el viento la flor de la quebrada.

Limpia como el fuego el cañón de mi fusil.

Levántate y mírate las manos

para crecer estréchala a tu hermano.

Juntos iremos unidos en la sangre

ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Víctor Jara (1969)

2006-01-08

La España del PP da la cara

Foto EFE

Fascistas! Eso es lo que me parece que son todos los de la plana mayor del Partido Popular. Se me revuelven las tripas leyendo la rueda de prensa del secretario de comunicación del PP, el señor Gabriel Elorriaga en referencia al escándalo del general José Mena Aguado. Atribuir la responsabilidad de tales palabras al gobierno me pareza una vileza. En vez de alinearse con la democracia y el estado de derecho justifican al militar culpando al gobierno. Insensatos, irresponsables, eso es lo que son. No aman esta democracia, demuestran con esta actitud que se encuentran más comodos en una España pre-constitucional donde el Ejército era pilar básico y un feudo donde tienen más adeptos que detractores. Esa es la fuerza que pretende demostrar el PP? Quieren hacernos ver que el Ejército les respalda y que ellos secundan las iniciativas antidemocráticas de una parte de las Fuerzas Armadas? "Inevitables" y "...reflejo de la situación política", así consideran las declaraciones del militar desde la calle Genova...ni una condena, ni una repulsa a tal ofensa y amenaza a nuestra democracia... ningún alarde en pro de su tan amada Constitución en este caso... Señores del PP se les está viendo demasiado el plumero y están jugando ustedes con las libertades de todos los ciudadanos y ciudadanas. Supongo que algunos todavía se lamen las heridas del 23-F donde muchos se lamentaron que no fructiferase ese golpe de estado del señor Tejero. No van a conseguir amedrentarnos porqué con el PP o sin el, este país no va a renunciar a su democracia...




A mucha gente le gustará la monarquia o no, muchos desconocen la Constitución pero la defienden o discrepan sobre ella, la mayoría no conocen más que tres artículos del Estatut pero todos en este país tenemos derecho a opinar siempre y cuando se respeten las libertades y los derechos. El general José Mena no solo quería erigirse en portavoz de un sentir de preocupación por parte del Ejército. Sabía perfectamente lo que implican unas palabras así por parte de un militar. Son una amenaza, una advertencia... y el PP no lo ha denunciado... y estos son los que eran de centro... me rio yo del centro que persiguen estos energúmenos.





Libertad, respeto, democracia... han sido demasiados años de lucha y reivindicaciones como para que tengamos que aceptar que estos fachas del PP, los mismos que no condenan la dictadura de Franco, los mismo que se rasgan las vesiduras cuando quitan estatuas y le cambian los nombres a las calles del dictador, los mismo que defienden una Constitución que no respetan nos vengan con monsergas y no luchen por esta democracia. Así es como aman a España... con un militar a su lado izquierdo... y un obispo al otro... mi pregunta ahora es... hará la Iglesia alguna declaración de repulsa o dirá que Rajoy debe ser presidente por la Gracia de Diós?



2006-01-04

¿Qué es la libertad?

Soy libre. He salido de prisión, mi mujer ha desparecido en circunstancias misteriosas, no tengo un horario fijo para trabajar, no tengo problemas para relacionarme, soy rico, famoso y, si de verdad Esther me ha abandonado, encontraré rápidamente a alguien para sustituirla. Soy libre e independiente.

Pero ¿qué es la libertad?

He pasado gran parte de mi vida siendo esclavo de algo, así que debería entender el significado de esta palabra. Desde niño he luchado para que fuese mi tesoro más importante. Luché contra mis padres, que querían que fuese ingeniero en vez de escritor. Luché contra mis amigos en el colegio, que ya desde el principio me escogieron para ser víctima de sus bromas perversas, y sólo después de mucha sangre brotada de mi nariz y de la de ellos, sólo después de muchas tardes en las que tenía que esconderle a mi madre las cicatrices -porque era yo el que debía resolver mis problemas, y no ella-, conseguí demostrar que podía sobrellevar una paliza sin llorar. Luché para conseguir un trabajo del que vivir, trabajé de repartidor en una ferretería para librarme del famoso chantaje familiar: «Nosotros te damos dinero, pero tienes que hacer esto y aquello».

Luché -aunque sin ningún resultado- por la chica que amaba en la adolescencia y que también me amaba; acabó dejándome porque sus padres la convencieron de que yo no tenía futuro.Luché contra el ambiente hostil del periodismo, mi siguiente empleo, donde el primer jefe me tuvo tres horas esperando y no me prestó atención hasta que empecé a romper en pedazos el libro que estaba leyendo: me miró sorprendido, y vio que era una persona capaz de perseverar y de enfrentarse al enemigo, cualidades esenciales para un buen reportero. Luché por el ideal socialista, acabé en prisión, salí y seguí luchando, sintiéndome héroe de la clase obrera, hasta que escuché a los Beatles y decidí que era mucho más divertido disfrutar del rock que de Marx.

Luché por el amor de mi primera, mi segunda, mi tercera mujer. Luché para tener el valor de separarme de la primera, de la segunda y de la tercera, porque el amor no había resistido, y yo necesitaba seguir adelante hasta encontrar a la persona venida a este mundo para conocerme, y no era ninguna de las tres.


Luché para tener el valor de dejar el trabajo en el periódico y lanzarme a la aventura de escribir un libro, incluso sabiendo que en mi país no había nadie que pudiese vivir de la literatura. Desistí al cabo de un año, después de más de mil páginas escritas, que parecían absolutamente geniales porque ni yo mismo era capaz de comprenderlas.

Mientras luchaba, veía a personas hablando en nombre de la libertad, y cuanto más defendían este derecho único, más esclavas se mostraban de los deseos de sus padres, de un matrimonio en el que prometían quedarse junto al otro «el resto de su vida», de la báscula, de los regímenes, de los proyectos interrumpidos a la mitad, de los amores a los que no se podía decir «no» o «basta», de los fines de semana en que se veían obligadas a comer con quien no deseaban. Esclavas del lujo, de la apariencia del lujo, de la apariencia de la apariencia del lujo. Esclavas de una vida que no habían escogido, pero que habían decidido vivir porque alguien las había convencido de que era mejor para ellas. Y así seguían en sus días y noches iguales, donde la aventura era una palabra en un libro o una imagen en la televisión siempre encendida, y cuando una puerta cualquiera se abría, siempre decían: «No me interesa, no me apetece.»

¿Cómo podían saber si les apetecía o no si nunca lo habían intentado? Pero era inútil preguntar: en verdad, tenían miedo de cualquier cambio que viniese a sacudir el mundo al que estaban acostumbradas.

El inspector dice que soy libre. Libre soy ahora, y libre era dentro de prisión, porque la libertad aún sigue siendo lo que más aprecio en este mundo. Claro que eso me llevó a beber vinos que no me gustaron, a hacer cosas que no debería haber hecho y que no volveré a repetir, a tener muchas cicatrices en mi cuerpo y en mi alma, a herir a alguna gente, a la cual acabé pidiendo perdón, en una época en la que comprendí que podía hacer cualquier cosa, excepto forzar a otra persona a seguirme en mi locura, en mi sed de vivir. No me arrepiento de los momentos en los que sufrí, llevo mis cicatrices como si fueran medallas, sé que la libertad tiene un precio alto, tan alto como el precio de la esclavitud; la única diferencia es que pagas con placer y con una sonrisa, incluso cuando es una sonrisa manchada de lágrimas.



Fragmento de "El Zahir"
de Paulo Coelho.