Y yo de Bilbao.

Así se presentó Fito en el concierto que ayer ofreció en el Palacio de Deportes de Granada. Me he quedado sin palabras. Fueron más de dos horas y media de puro Rock & Roll. Os puedo asegurar que el pobre corazón de este viejo soldadito marinero lo celebró durante toda la noche emborrachándose con whisky barato.

Los viejos rockeros...

...nunca mueren.

Hace varios días, mientras vagabundeaba en un centro comercial en busca de algo de poesía (desistí en cuanto la chica que me atendía me preguntó que quien era Pablo Neruda), me compré el último disco de Pearl Jam. Backspacer. Como siempre, su lanzamiento ha sido objeto de todo tipo de críticas, alabanzas y opiniones más o menos dispersas, cuya "síntesis" no consigue darnos una idea del disco en general. Para aquellos que sigan teniendo dudas, nada mejor que escucharlo. Eso y tener en cuenta que váis a escuchar a un grupo que lleva casi 20 años tocando y que ha pasado por todo un proceso evolutivo de maduración de "su" sonido. Desde la efervescencia y euforia de los éxitos de sus primeros discos (Ten, Vs.), la evolución y madurez, la oscuridad (Vitalogy, Yield) y un largo proceso de cambio. De cambio de registros, de la búsqueda de un sonido más que personal. Ese proceso concluyó para mi con el anterior disco (Pearl Jam "a secas") y este disco no deja de seguir la estela del mismo. Evidentemente la aventura en solitario de Eddie Veder (ganó un Globo de Oro con "Into the Wild" si no recuerdo mal) se percibe y desprende un aroma inconfundible en dos de los temas del disco. Pero el resto. Es puro Rock & Roll. Te gustará más o menos. Pero no han perdido la esencia. Los cuatro primeros cortes se pueden escuchar del tirón, prácticamente sin respirar. Pero para mi la "perla" de este disco es "Got Some". Descomunal.

Pero no os voy a hablar de este tema. Os voy a hablar de "Just Breathe". Uno de esos temas "muy" de Eddie Veder. Cada vez le estoy cogiendo más gusto a esto del You Tube... sí, ya se que igual voy tarde, pero bueno, más vale tarde que nunca. Como no, una actuación en directo con el detalle curioso de que viene subtitulada en castellano. Espero que os guste.

No creo que se pueda desprender tanta intensidad de una manera tan sencilla...

A mi se me encoje el alma. Porque sí, hay momentos en los que miramos atrás y nos preguntamos si hemos dicho todo lo que teníamos que decir. Y si no lo hicimos, fuimos idiotas. Y a veces no sabemos qué pedirle a la vida... con lo fácil que sería decir... "Quédate conmigo. Simplemente respiremos".

Reconciliación

Hay días en que uno se reconcilia con la vida, con uno mismo, con la gente que te rodea. Esos días valen la pena. Sencillamente porque por una vez nada importa. Por un día vencemos el recuerdo de las añoranzas y los pesares que nos rodean. Gracias Sara por regalarme tantos y tantos días de esos.

Y allí nos plantamos... con un par, como se suele decir, en plena capital. Calle Hortalezas, perpendicular a Gran Vía, en pleno Chueca. Curioso, cuanto menos. Sin tiempo para nada (yo, que llegaba con el tiempo justo), me planté justo delante del hostal, dejamos bártulos, duchita y para La Riviera. Clásico entre los clásicos de la capital.

El concierto fue sencillamente extraordinario. Todo el repertorio del disco "Un día en el mundo" más varios temas de nueva creación que empiezan a sonar muy pero que muy bien. La sala estaba a reventar y el público completamente entregado. Yo, el primero. Cuanta liberación... Lo necesitaba, de veras. Con todo prácticamente sentenciado y una vez tocada la fabulosa "Cuadratura del círculo" de la manera tan brutal que acostumbra, Vetusta nos regalo la fantástica "Año Nuevo"... sin comentarios. Sobran a todas luces...

Día duro. Nubes vencidas y recuerdos apagados... esa noche no quise volarme de un tiro la memoria (gracias, Carlos Andreoli por tan maravilloso verso). Esa noche quise vivirla intensamente... pero estaba muy cansado. Así que descansar y reponer fuerzas para el día siguiente no estaba mal pensado. Paseo por la Castellana, Barrio de Salamanca, Calle Serrano... Madrid tiene algo la verdad, algo que atrae. Por la noche, me sentí como en Broadway. Spamalot, un musical con todas las letras y en Mayúsculas (entre nosotros, lo ha tenido que traer el Tricicle de Barna!). Risas a mandíbula batiente. A destacar, a mi parecer, Fernando Gil. Impecabel. Os dejo un fragmento... no pude evitar salir silbando esa melodía del teatro.

Poco a poco la noche se apagaba y el finde llegaba a su fin. Pub Areia de la calle Hortalezas. Interesante. Cerveza tras cerveza y confidencia a confidencia me sentí cada vez más feliz de poder disfrutar de esos momentos con esa persona. Hay abrazos que no deberían romperse nunca. Seguro que hay matices, anécdotas y detalles que me dejo en el tintero. Pero no me olvido de lo más importante... Que siempre hay que buscar el lado bueno de vivir y si es al lado de gente como tú Sara... mejor todavía.

Un beso, un abrazo.... un todo!